A gozar a gozar que el mundo se va a acabar: 5 canciones que marcaron el final de los 90′

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No sé si fue el fin de siglo o el temor al Y2K, pero en la segunda mitad de los 90′ nuestro país fue entrando en un ambiente fiestero desconocido para aquellos días. Se acercaba el 2000 y latinoamérica entera vivía un despertar musical sin precedentes. Los latinos llenaban las listas de los top 10 del pop gringo y en el otro extremo del continente, la movida tropical argentina hacía su entrada en nuestro país.

A menos de una década del retorno a la democracia,  los chilenos ya nos acostumbrábamos a carretear sin mirar el reloj  y nos entregábamos al mambo con mayor soltura. Así que sin darnos cuenta, entre baile y baile, nuestras fiestas comenzaron a llenarse de argentinos que no eran precisamente Soda Stereo. La movida argenta venía de las villas, las poblaciones trasandinas y sus cantantes no eran los blondos modelos argentinos del Venga Conmigo. Por esta razón sus videoclips no salieron en las grandes cadenas de televisión y un porcentaje importante de la población negaba conocerlos, aunque se hiciera pedazos los pies bailando sus temas.

Por eso hoy desclasificamos este mini ranking  con las 5 canciones que marcaron el final de los 90′, pero que nadie se atrevió a reconocer.

1996 Yo tomo licor / Amar azul / Dime tú

¡Cumbia nena!

Acordeón, chicas y alcohol  es la fórmula del éxito para amar azul. Llegaron pasaditos de edad y sin nada de facha, pero dejaron la patá.  Aunque su primera visita a Chile fue el año 2000, Amar Azul venía sonando fuerte en las micros y fiestas de barrio desde el 95’, por lo que el éxito de su primera gira por nuestro país estaba asegurado. Más de 100 presentaciones en las que  llenaron el Estadio Monumental, Sausalito, La tortuga de Talcahuano, La quinta Vergara entre otros; demostraron que en chile teníamos la pura cara de cuicos.  Tomo licor es un clásico, con 20 años sonando en bailes y fiestas varias.

 

1996 Nunca me Faltes / Antonio Ríos /  El maestro

Bigote, sombrero, anillos de oro, vibrato y coreografías con lenguaje de señas. Este caballero tiene una carrera más larga que  piropo de tartamudo. Comenzó a cantar a los 15 años y pasó por diversos grupos musicales  hasta que le pegó al bueno y comenzó su carrera en solitario. Es el solista con mayor trayectoria y reconocimiento de la movida tropical argentina. Llegó a Chile con este hitazo que es el empujón perfecto para  tirarse al dulce o ponerse cariñoso en mitad de una fiesta con algunos traguitos de más. El 2001 se presentó en el Festival de Viña, le dieron gaviota de oro y todo.

1997 Amor de Adolescentes / Grupo Red / El color de tu corazón

¡Este es el color de tu corazón!

Liderados por Javito, una versión low cost de Bon Jovi;  el sonido de Red llegó a Chile para convertir la cumbia en un ritmo juvenil. Coreografías, pelos pintados y letras romanticonas eran la fórmula para pegar en la juventud de la época. Fueron la punta de lanza para el establecimiento de “La Guerra de los Colores”, un proyecto marketero compuesto por familiares y grupos con nombres de colores en inglés. Las letras y ritmos nacían de Marcelo, hermano de Javito y vocalista de Green, mente maestra detrás de la cumbia con sintetizadores. Pero la guita y la fama terminaron pudriéndolo todo,  Marcelo en la cárcel por abuso de menores y  Javito atrapado en la adolescencia, cantando y haciendo coreografías que se ven bastante ridículas cuando pasaste los 40 y tienes sobrepeso. Llenaron La tortuga de Talcahuano en una presentación memorable transmitida en vivo por el canal de los Mosciatti cuando aún era chévere.

1997 Mozo / Organización X / Más Borrachitos que Nunca

El alcoholismo y la cumbia paseaban de la mano por las fiestas de la época; pero pocos grupos caían en el monotema de manera tan descarada como lo hacía Organización X.  Sus discos y canciones hacían referencias a borracheras tristes, desengaños y traiciones al ritmo de la cumbia. Mozo, es la triste historia de un hombre que asume la difícil tarea de olvidar una infidelidad a punta de cervezas.  Y considerando que, en Chile se toma con penas y sin ellas, Organización X fue un éxito.

1998 La luna y tú / Ráfaga / Imparables

Atuendos del estilo Siglo XVIII, pelo largo al viento y cumbia; eso era Ráfaga. Eclécticos, por decirlo de alguna manera. La Luna y tú, es un canto al amor que nace en medio del bailoteo de cumbia a la luz de la luna. Un idilio. A Ráfaga le fue tan bien en Chile que se casi se vinieron a vivir acá; grabaron un disco en vivo en el Estadio Chile, recorrieron  todo el país y se posicionaron como obligatorios en casamientos y bautizos. El 2016 se cortaron las mechas y tuvieron un exitoso segundo aire con “Una cerveza más” otro postulado sobre las bondades de la cerveza para soslayar las penas de amor.

2000 Báilalo / Garras de  Amor /  Garras de amor

Las creaciones musicales de Diego Rodríguez, vocalista y compositor de Garras de Amor, eran pura cebolla: muchos acordes menores, historias de desamor, despedidas, lagrimones para dar y regalar. La música de Garras definitivamente era cumbia para chicas y les fue tan bien con ella que se vinieron a vivir a Chile para convertirse en los número uno. Sin embargo la fortuna duró poco. El 14 de agosto de 2004, en el mejor momento de su carrera, el vehículo en que viajaban los 11 integrantes de Garras de amor, se volcó. Diego, que conducía sin cinturón de seguridad, salió proyectado desde el vehículo, perdiendo en la movilidad de sus piernas en este accidente. Cuatro años tardó la banda en superar este trance y volver a los escenarios, pero prontamente retomaron su sitio, llegando a presentarse con gran éxito en Viña del Mar el 2012.

 

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